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miércoles, 2 de marzo de 2011

Consumir frutas y verduras, mejora el tono de la piel y adelgaza

Comer frutas y verduras, como las zanahorias o los tomates, proporciona un tono de piel dorado más saludable que tomando sol. Un equipo de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido, ha descubierto que las personas que consumían más frutas y verduras diarias tenían un color de piel más dorado gracias a unas sustancias denominados carotenos.
Se trata de antioxidantes que ayudan a absorber los compuestos dañinos producidos por el estrés y las tensiones de la vida diaria, especialmente cuando el cuerpo están combatiendo una enfermedad. Los carotenos son responsables del color rojo de frutas y verduras y son importantes para el sistema inmune y el reproductivo en los seres humanos.
El color del sol o el de los carotenos. Ian Stephen, director del estudio, cuyos resultados se han publicado en Journal Evolution and Human Behaviour, asegura que "la mayoría de la gente piensa que la mejor manera de mejorar el color de la piel es tomar el sol, pero nuestra investigación ha demostrado que comer mucha fruta y mucha verdura es, en realidad, más efectivo".
"Hemos descubierto que, dando la opción de elegir entre el color de piel causado por el sol y el causado por carotenos, la gente prefiere el color de la piel generado por los carotenos, así es que si se quiere conseguir un color de piel más atractivo y saludable, lo mejor es consumir una dieta saludable que incluya mucha fruta y vegetales que tumbarse bajo el sol", dice Stephen.
Los jugos de frutas y verduras tienen acciones específicas que fortalecen, revitalizan, depuran, ayudan a reconstituir las células, desintoxican y energizan el cuerpo. Para que esta clase de terapia tenga buen efecto terapéutico, o revitalizante, las frutas y verduras deben estar maduras, frescas, íntegras, naturales y libres de productos químicos».
Las verduras, además de sus componentes vitamínicos y minerales, contienen clorofila, que tiene grandes propiedades terapéuticas; como resultado de ser la asimiladora de la energía solar y, produce el intercambio entre oxígeno y bióxido de carbono.
La variedad de los jugos o bebidas es importante para tener equilibrio, principalmente cuando se relacionan con las estaciones. Así, tenemos que las temporadas de preparación o preventivas son las primaveras y el otoño; o sea que es conveniente durante esas estaciones ingerir los alimentos que la naturaleza nos brinda, para preparar el cuerpo a los cambios climáticos con su respectiva carga de enfermedades, como la gripe o catarro, la bronquitis, las neumonías y otras en el invierno, o las afecciones típicas del verano, como son las infecciones intestinales, alergias, deshidratación, etc.
Existen frutas que por sus componentes nos resultan extraordinarios para depurar y desintoxicar el cuerpo, como son los jugos naturales de uva, manzana, zanahora, naranja, en temporada el mango, la zarzamora y el durazno; la duración de la desintoxicación va de 5 a 12 días claro que con una alimentación de poco residuo y natural.
La importancia de los jugos de las verduras, hierbas y frutas es para limpiar el organismo de tóxicos y hacer funcionar adecuadamente cada órgano del cuerpo, por ello sugiere integrar al régimen de alimentación un alto consumo de jugos para disminuir diversos problemas y padecimientos.
Una combinación que resulta excelente para bajar el colesterol es la toronja con apio, perejil y sávila; el jugo de naranja con levadura de cerveza y apio es para un remineralizar y vitaminizar el organismo; un fortificante es el jugo de zanahoria, apio, berenjena, perejil, berros, cebolla morada y ajo; para la limpieza del organismo conviene combinar piña, apio y acelgas; otro restaurador y depurador del organismo son las uvas, la zarzamora, las espinacas o los berros.
El especialistas en tratamientos naturales indicó que al momento de elegir los jugos de las frutas se recomienda tomar en cuenta su base líquida, es decir, la particularidades para su digestión en el intestino delgado, como podrían ser: los azúcares, los almidones o féculas y las grasas, mismas que son degradadas y posteriormente absorbidas por el hígado.
En tanto, el jugo de las verduras ayudan a evitar el estreñimiento, al igual que algunas frutas (excepto las secas),  la forma de ingerir los jugos es poco a poco o trago a trago, buscando siempre el deleite al retenerlos en la boca por un momento y al mezclarlos con la enzima proveniente de las glándulas salivales para iniciar su digestión. «Todos los jugos son nutritivos y la forma más adecuada de tomarlos es una hora antes del desayuno o de dos a tres horas después de la comida, nunca junto con los alimentos».
Existen terapias exclusivamente a base de jugos, sin otro alimento adicional, pero lo recomendable es la supervisión de un médico naturópata o nutriólogo alternativo, para conocer con precisión la cantidad, la indicación, el uso, la frecuencia y la duración del tratamiento. fuente 20minutos.es

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